Autor- Lisipo
Cronología- hacia el 340 -330 a. C.
Copia romana en mármol del original en bronce. Museos Vaticanos.
Contexto
histórico-artístico
La Grecia clásica de mediados del
siglo V a.C. entra en crisis con la Guerra del Peloponeso. La autoconfianza de
los griegos, encarnada de forma magistral en los frisos del Partenón, se
desmorona y de una época cuyos pilares de pensamiento están basados en la razón
pasamos a otra de desilusión e incertidumbre.
El siglo IV a.C. es una etapa de
transición entre el clasicismo pleno y el helenismo. La guerra que enfrenta a
Atenas con Esparta deja un largo período de inestabilidad política, con
alianzas y rupturas entre las distintas “poleis”.Pero
esta inestabilidad se vio frenada por la aparición de un nuevo poder: en el
lejano Norte , el reino de Macedonia bajo el mandato del rey Filipo II , logró
unificar todas las ciudades griegas en el 338 a.C. (excepto Esparta) . Tras el
asesinato de Filipo, su hijo Alejandro heredó el trono y haciendo realidad los
deseos de su padre condujo una asombrosa campaña militar que lo llevó a la
frontera con la India y a derribar al Imperio persa, eterno enemigo de los
griegos. La cultura griega pasó así a extenderse por los antiguos dominios del
Imperio Persa.
El siglo IV es la etapa de
transición pues, entre el clasicismo griego y el Helenismo, etapa posterior a
la muerte de Alejandro Magno, en 323 a.C. Pese a la inestabilidad política ,
fue una etapa brillante para la cultura griega, la época de Platón, Jenofonte,
Aristóteles, Demóstenes, de grandes pintores como Zeuxis o Apeles. En escultura
destacaron Praxíteles , Escopas y el que nos ocupa, Lisipo. Todos se
desentendieron en mayor o menor medida de los acontecimientos de su época,
mostrándose indiferentes, a diferencia de los escultores del siglo V. Ya no
importa la colectividad, sino el individuo y eso tendrá su reflejo en un arte
más personal y emotivo.
El pathos, reacción personal a la
experiencia, recibe más atención que el ethos, más ligado a la moral de grupo.
Estos artistas exploraron el
dolor, el humor, la sensualidad, la ternura aunque, como en el siglo V,
conservan la preocupación por la belleza ideal conseguida a través de las proporciones correctas.
Análisis de la obra
Precisamente de entre ellos, el
que menos se preocupó de los sentimientos y más de la técnica o las
proporciones, es decir, el más clásico de entre todos los escultores del siglo
IV fue Lisipo. Llegó a ser
escultor de corte de Alejandro Magno y fue puente entre el clasicismo y el
helenismo.
En el Apoxiomeno, partiendo del
estudio de las proporciones de Policleto y de su principio de synmetria, añadió otro concepto que fue el de proporciones aparentes.
Plinio en su Historia Natural explica que quería representar a los hombres como
parecían ser y no como eran, es decir, una especie de synmetria óptica. Para ello varió la proporción de Policleto de 7:1
( cabeza en relación al cuerpo) a 8:1 dando así a la figura una apariencia más
estilizada, preocupación que enlaza con el siglo IV , más ocupado en la
experiencia sensorial.
Aunque conservando el tema del
joven atleta tan habitual en época clásica (Apoxiomenos es el que se limpia con el estrígilo, especie
de esponja con la que el jover se retiraría el aceite del cuerpo) plantea la
composición en el espacio de forma totalmente novedosa. Lisipo coloca esta figura,
como otras esculturas suyas, con escorzos o superponiendo partes del cuerpo. De
esa forma se insertan en el espacio, multiplican los puntos de visión,
invitando a rodearlas y rompen el rígido cubo espacial en el que parecía
encerrarse las esculturas hasta entonces.
La reducida proporción de la
cabeza y la compacta musculatura dan sensación de esbeltez y elegancia mientras
que la torsión del tronco y la postura de los brazos rompen con la tradición de
Policleto.
Similares características al
Apoxiomenos tiene el Ares Ludovisi, copia romana del
original griego, que representa a un dios de la guerra en una innovadora postura
sedente.
Lisipo fue sobre todo un técnico
y no se preocupó tanto como Praxíteles o Escopas por las emociones. Pero creo
géneros como el retrato, de los que hizo algunos de Alejandro , modelo de
héroe, con una mezcla de dulzura y fiereza, con una torsión forzada del cuello
y la mirada alta.
La influencia de Lisipo sería
decisiva en el arte helenístico, sobre todo en el género del retrato
psicológico, muy cultivado en esa época o en la composición de las figuras, que
a partir de entonces parecen abrirse al espacio y ganar dinamismo y también
será influencia suya la necesidad de sorprender al espectador con efectos
inesperados. Por ello Lisipo se convierte en el último de los escultores
clásicos y en el que abre la puerta
a una nueva época, el Helenismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario