lunes, 18 de octubre de 2010

ESCULTURAS DEL PARTENÓN

Las esculturas del Partenón estaban íntegramente vinculadas a la forma y significado del edificio. Las metopas se realizaron entre 447 y 442 a.C. , el friso entre 442 y 438 a.C. y los frontones estaban terminados hacia el 432 a.C.. Durante estos quince años un ejército de escultores de distintas procedencias trabajó bajo la supervisión de Fidias, el gran director del programa constructivo de la Acrópolis en época de Pericles. El producto final de este intenso trabajo es el estilo clásico, un estilo que una vez desarrollado en el Partenón ,se convirtió en la norma por la que se midieron no sólo el arte griego o el romano, sino el muy posterior arte europeo, ya fuera para emularla o para rebelarse contra ella.

Las metopas del Partenón, veintidós en total, utilizaron una serie de mitos arquetípicos para celebrar el triunfo de las fuerzas del orden y la civilización contra el caos y la barbarie. Las del lado oriental describían la batalla de los dioses contra los gigantes, seres terrenales que trataron de apoderarse del Olimpo; los del lado Occidental parece que representaron un combate entre griegos y amazonas, las guerreras orientales que según la leyenda una vez atacaron la misma Atenas. Algunas del lado Norte posiblemente representarían escenas del saqueo de Troya. En el sur aparece la lucha entre lapitas y centauros.


A excepción de estas últimas, todas están muy dañadas. Los griegos tendían a ver lo específico a la luz de lo genérico y ello explica la utilización persistente de un número de temas relativamente corto. Estos temas se convirtieron en arquetipos generales: en las escenas que describen el triunfo de sus antepasados y de sus dioses veían una alusión a la victoria sobre los persas.

El friso del Partenón, una banda de 104 cm. de altura y 160 m. de longitud que corría por el borde externo de la cella, representaba un solo tema, probablemente una procesión religiosa en honor de Atenea que comienza en el lado occidental del templo y desde allí sigue por el norte y el sur paralelamente hasta culminar en el lado oriental en una ceremonia religiosa presidida por los dioses. Las esculturas son más profundas por la parte superior para compensar los efectos de luz y todas estaban pintadas de vivos colores.

En el friso occidental aparece un grupo de jinetes, en un flujo continuo, a veces roto por figuras anecdóticas y detalles estáticos. En las esquinas norte y sur la procesión entra en pleno apogeo, los jinetes en apretado grupo refrenan serenamente la trepidante energía de los caballos. No hay dos figuras iguales. Cada una tiene con las demás una relación significativa sin dejar de ser interesante en sí misma.

Cuando el friso entra en la sección oriental, la procesión detiene su paso ante la ceremonia que se celebra en el centro. Aquí un hombre y su joven ayudante parecen doblar una gran pieza de tela. Esta escena está enmarcada por doce divinidades flanqueadas por hombres barbados y doncellas. Las deidades parecen ser los doce dioses del Olimpo.

Durante tiempo se ha creído que el friso representaba la procesión de la Panatenea, la gran fiesta ateniense en honor a Atenea. Era una festividad anual que se celebraba especialmente cada cuatro años, cuando se llevaba a la Acrópolis una túnica de lana, el peplos, de adorno para la imagen de Atenea. Si en el friso del Partenón los atenienses insertaron una representación de sí mismos en un espacio normalmente reservado a los dioses, la innovación sólo sería explicable a la luz del idealismo y la confianza humanistas de la Atenas de Pericles.

El estilo del friso es mucho más regular que el de las metopas. De todas las figuras dimana una sensación de juventud divinizada. El hombre es la medida de todas las cosas y hasta el tema olímpico está sujeto a una dimensión humana.


Los frontones del Partenón sufrieron grandes daños en una explosión en 1687. Sabemos que el grupo oriental representaba el nacimiento de Atenea y el occidental la lucha entre Atenea y Poseidón por el dominio de Atenas.

En el centro del frontón occidental debemos suponer que Atenea acaba de realizar el milagro decisivo que le procuró el derecho a ser la protectora de Atenas; acaba de hacer brotar milagrosamente un olivo en la Acrópolis y ella y Poseidón retroceden impresionados ante su aparición. A ambos lados de ellos hay grupos de deidades mensajeras. Todas estas figuras , empezando por la explosiva V que componen Atenea y Poseidón parecen agitadas por ondas expansivas que irradian del centro del frontón. Las figuras juegan con las vibraciones de luz y de sombra en su superficie.

En el frontón oriental han desaparecido las figuras centrales. El centro debía estar ocupado por la figura sedente de Zeus y por Atenea totalmente armada. Estas figuras crearían una composición explosiva que se contagiaría a todo el frontón. Varias deidades representarían el cosmos ordenado del que Atenas es el centro.
Algunas figuras parecen imitar formas naturales: los ropajes del famoso grupo del lado norte del frontón denominado “las tres parcas”, que probablemente sean Hestia, Dione y Afrodita, están labradas con amplios pliegues, de intensas sombras que evocan el derramarse de una cascada. La figura masculina, relajada, pero fuerte y poderosa que está a su lado se ha identificado como Dioniso o Heracles, hombre que por convertirse en dios simbolizaba el puente entre lo humano y los divino que tanto ocupó el pensamiento de quienes concibieron el Partenón.

Las esculturas del Partenón, hoy todas en el British Museum de Londres, representan la culminación de las búsquedas estéticas de la Antigüedad clásica y supondrán la referencia de perfección para el Arte Occidental en los siglos venideros

2 comentarios:

  1. Muy bien explicado, me ha ayudado mucho.

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  2. SE DEVE DE REGRESAR TODO LO QUE SE ROBARON DE PARTENON PARA PODER VERLO EN TODO SU ESPLENDOR, COMO DEVE SER.

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PICASSO

Es inclasificable porque asume y reinterpreta las vanguardias. Antes de inventar el Cubismo pasa por varias etapas: Realista, Postimpres...