TEORÍA Y FUNCIÓN DEL ARTE
EL ARTE Y LA CREACIÓN ARTÍSTICA
Al iniciar el estudio de la Hª del Arte, el primer aspecto que hay que considerar es su definición y quizás el concepto más amplio y claro sea éste : el Arte es el acto por el cual , valiéndose de la imagen, el sonido, la palabra o el movimiento, el hombre imita o expresa lo material o inmaterial y crea copiando, evocando o inventando.
La creación artística es una función inherente al hombre que se manifiesta desde las primeras formas de vida.
Cueva de Altamira
La obra de arte es comunicación. El autor, cualquiera que sea su época y modo de expresión, es el creador, unas veces respondiendo a criterios o normas propias de su civilización, mentalidad y formas de vida y otras expresando sus ideas y sentimientos con una mayor libertad. Toda creación artística puede llevar implícita la representación de la belleza, pero entran también en el concepto de lo artístico otras realizaciones humanas que no sean “hermosas” pues han sido creadas con un sentido simbólico y pueden llegar a expresarse con formas feas y hasta grotescas, por ej: las pinturas negras de Goya.
1-NATURALEZA DE LA OBRA DE ARTE
En toda obra de arte se reúnen una serie de elementos los individuales (como la personalidad del artista), los intelectuales las ideas de la época) los sociales (la clientela) y los técnicos.
A) LA PERSONALIDAD DEL ARTISTA
En primer lugar, la obra de arte es el reflejo de una personalidad creadora, es decir, existe una estrecha relación entre los aspectos personales del creador y las características de su obra. El esfuerzo por conocer la personalidad de un artista a través de sus obras es análogo al del psicólogo cuando analiza la personalidad de un paciente a través de un test.
Campo de cuervos de Vincent Van Gogh, artista con acusada personalidad que reflejó repetidamente en su obra a finales del siglo XIX
Pero el artista también crea su obra con referencias del mundo exterior.
El Ara Pacis, en Roma, medio propagandístico del Imperio Romano
B) LAS IDEAS INTELECTUALES DE LA ÉPOCA
Además de estos factores visibles del mundo exterior, hemos de tener en cuenta cómo inciden en la obra del artista las ideas de su época, los pensamientos y sentimientos que impregnan ese momento.
Así por ejemplo, las esculturas o pinturas del Románico son antinaturalistas, pues ningún artista de estos siglos se interesaba en reflejar la realidad. Se promovía la enseñanza de la doctrina religiosa este mensaje era lo que importaba.
Fachada de Platerías, catedral de Santiago, ejemplo de antinaturalismo para transmitir las enseñanzas de la Biblia a través de la imagen.
C) LAS CIRCUNSTANCIAS SOCIALES.
Las circunstancias sociales influyen en los artistas de manera decisiva. Hasta hace poco tiempo, los artistas trabajaban por encargo y así los valores y necesidades de los grupos dominantes influían en su obra.
Virgen de Urbino, encargo del poderoso Duque de Urbino, Francesco Sforza en donde representa a toda su familia en un cuadro de temática supuestamente religiosa.
En arquitectura es donde más se nota la incidencia de este factor social , ya que todo edificio es resultado de una programación municipal. Por ejemplo : en la Florencia del Renacimiento pasan a dominar los palacios sobre las catedrales porque había una clase de comerciantes y banqueros que creían que la residencia reflejaba el poder social.
Palacio florentino del siglo XV, muestra del poder de la burguesía de la ciudad-Estado
D) LOS CONDICIONAMIENTOS TÉCNICOS
Finalmente, los conocimientos técnicos del artista y las características del material que emplea influyen en bastantes aspectos de la obra. Utilizar una técnica o material equivocado puede ser desastroso.
En su Santa cena, Leonardo da Vinci , experimentando, erró en la técnica y los colores se le cuartearon.
2- FUNCIÓN DEL ARTE
Las teorías más antiguas se basaban en que el arte era una imitación de la realidad. En la actualidad, la fotografía y el cine cumplen esa función con mayor efectividad y la pintura se ha convertido en un arte- creación.
Niké atándose una sandalia, el arte clásico griego es buen ejemplo de cómo se intentó, en este caso con éxito, reproducir la realidad.
Ningún objeto o figura se concibe con el fin único de ser una obra de arte, ya que también ha sido y es expresión de una devoción y cultos determinados, vehículo para la formación de la conducta moral, reflejo de intereses comerciales, sociales y culturales. De todas las circunstancias que rodean al artista y a su obra ninguna puede considerarse aislada y no puede haber una separación entre la forma y el contenido.
La primeras finalidades de la pintura y la escultura estaban determinadas por el interés general en representar las fuerzas desconocidas de procedencia natural que actuaban sobre la vida de los humanos. Ambas tendrían un marcado carácter mágico y religioso. El sentido religioso aparece a partir de entonces en todas las civilizaciones, incluso en las más aisladas.
Venus paleolítica, Venus de Willendorf
Con el nacimiento de las ciudades y a su vez de edificios político-religiosos, la escultura y la pintura sirvieron para mostrar el poder y la riqueza de dichas instituciones por medio de sus diversas manifestaciones.
Plaza de San Pedro del Vaticano, buen ejemplo del poder del Papado
Las artes también sirvieron de método educativo y conmemorativo.
Arco conmemorativo romano, Arco de Tito, de la dinastía Flavia para conmemorar la entrada de los romanos en Jerusalén
Además de todo esto la arquitectura tiene un fin utilitario. El arquitecto es a la vez constructor y artista, porque la mera construcción no es arte.
Escuela de La Bauhaus, en la Alemania tras la 1ª Guerra Mundial, unificó utilitarismo, funcionalidad y arte
3-LA OBRA ARTÍSTICA Y EL ESTILO
Las formas artísticas definen lo que se conoce como “estilo”. Etimológicamente esta palabra proviene del griego “stylos” (punzón o estilete para escribir) , lo que significaría el modo especial de “escribir” de un artista o de una colectividad. A esas formas de manifestarse mediante unas características comunes que se repiten durante una época se ha denominado “estilos artísticos” . Estos estilos se han clasificado sobre todo en los siglos XVIII y XIX . Los estilos van relacionados con etapas históricas aunque la mayoría atraviesan una serie de fases sucesivas:
Arcaica: es la época de iniciación , en la que empiezan a elaborarse las características que luego serán las más relevantes del propio estilo. A veces pueden presentar ciertas deficiencias técnicas. Suele denominarse a esta fase con el prefijo “proto”, al que se añade el nombre específico del estilo : protorrománico.
Dama de Auxerre
Clásica: es la época de madurez y apogeo, en la que se siguen fielmente las normas de equilibrio, proporciones e impecable realización; estas normas generales no excluyen la diferencia de escuelas en cada paí o la actuación de individualidades.
Piedad del Vaticano de Miguel Ángel, obra que alcanza la perfección técnica y la belleza ideal.
Manierista: Es aquella etapa en la que, partiendo del clasicismo, el artista no se limita a la repetición de formas, sino que las estiliza o transforma, sin prescindir de ellas, pero les da un tratamiento más expresivo y dinámico. Es el precedente de la siguiente fase.
Barroca: En esta fase se van a valorar más los efectos que la objetividad, el movimiento frente a la serenidad, lo secundario respecto a lo esencial, lo grandioso y monumental contrapuesto a lo equilibrado.
Fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago
Con el prefijo “Neo” seguido del nombre del estilo imitado se denomina a las realizaciones de esta fase que pueden tener su ejemplo en el neoclasicismo del siglo XVIII o en el neobizantino del siglo XIX
Ópera de París, de Garnier, ejemplo de arte neobarroco
4- LOS MECENAS
Damos el nombre de mecenas a los amantes del arte que, además, lo protegen económicamente. El apelativo proviene de Cayo Clinio Mecenas (S. I) que fue un protector de arte. El mecenas es un coleccionista que estimula la creación de obras de arte comprándolas o mediante becas o concursos. En España destacan la fundación Juan March y Von Thyssen .
La Iglesia fue una gran mecenas, prácticamente la única hasta el siglo XIII.
En el siglo XV con el burgués, aparece un nuevo tipo de mecenas y con la creciente importancia de las monarquías, éstas también se van a convertir en tales. Así no se concibe el Renacimiento italiano sin la figura del mecenas Lorenzo de Médicis o en flamenco sin Giovanni Arnolfini. Actualmente la burguesía, en manos de fundaciones que proporcionan becas o compran obras de arte, y el Estado son los principales mecenas.
Lorenzo de Mécidis, gran mecenas florentino del siglo XV, representado por Miguel Ángel